Historia
de los ultrasonidos
En el año 1883, Galton investigó los
límites de la audición humana, fijando la frecuencia máxima a la que podía oír
una persona. Llegó a la conclusión de que los sonidos con frecuencias
inaudibles por el ser humano, presentaban fenómenos de propagación similares al
resto de las ondas sonoras, aunque con una absorción mucho mayor por parte del
aire.
A partir de entonces, se empezó a
investigar en temas relacionados con la generación de ultrasonidos:
![]() |
Los hermanos Curie descubrieron la
piezoelectricidad en 1880. Fueron Lippmann y Voigt en la década de los 80 del
siglo XIX quienes experimentaron con el llamado efecto piezoeléctrico
inverso, aplicable realmente a la generación de ultrasonidos, como veremos.
|
![]() |
Joule en 1847 y Pierce en 1928
descubrieron el efecto magnetoestrictivo, directo e inverso.
|
![]() |
A lo largo del siglo XX, se han
producido grandes avances en el estudio de los ultrasonidos, especialmente en
lo relacionado con aplicaciones: acústica subacuática, medicina, industria,
etc. Concretamente, Langevin lo empleó durante la primera guerra mundial para
sondeos subacuáticos, realizando un sencillo procesado de las ondas y sus
ecos. Richardson y Fessenden, en la década de los años 10 idearon un método
para localizar icebergs, con un procedimiento similar al utilizado hoy en día
(método de impulsos, lo veremos). Mulhauser y Firestone, entre 1933 y 1942
aplicaron los ultrasonidos a la industria y a la inspección de materiales.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario